Publicado el Enero 18, 2008 por rosgom2000
Marshall McLuhan acuñó hace muchos años el término “mass-media” referido a los medios de comunicación de masas, prensa, radio y televisión.
Ahora aparecen nuevos medios de masas, los teléfonos móviles, los ordenadores, Internet, que con sus características técnicas han hecho evolucionar el concepto de comunicación.
El clásico esquema emisor-mensaje-receptor ya no es válido. Sencillamente desaparece. Ni siquiera en los medios clásicos está vigente.
El emisor se convierte también en receptor y viceversa. De forma habitual la figura tanto del emisor como la del receptor se multiplica. Nuevos actores entran a formar parte del proceso comunicacional. Esta transformación conlleva que el mensaje se enriquezca con la aportación de estos nuevos partícipes.
Este proceso da lugar a la aparición de un nuevo concepto en la comunicación, el hipertexto. Ya no hay un único mensaje, oral o escrito, hay múltiples. Y cada participante en la comunicación podrá escoger cuáles le interesan. Todos pueden aportar y todos pueden beneficiarse de estas aportaciones, y además pueden elegir el camino para hacerlo.
Igualmente las nuevas tecnologías permiten que este conjunto de mensajes se enriquezcan, a la palabra, a la escritura, se añaden nuevos modos, la animación, los gráficos, la música, el sonido, el vídeo o la fotografía.
Permiten también que no estén todos en el mismo sitio. Utilizando vínculos, enlaces, los mensajes de cada participante, en ésta llamemos nueva comunicación global, pueden estar almacenados o situados en diferentes lugares, pero siempre y en todo momento están al alcance de quien quiera disponer de ellos, y al instante y desde cualquier lugar. El concepto de Mcluhan cobra un significado más real cada día.
Ahora aparecen nuevos medios de masas, los teléfonos móviles, los ordenadores, Internet, que con sus características técnicas han hecho evolucionar el concepto de comunicación.
El clásico esquema emisor-mensaje-receptor ya no es válido. Sencillamente desaparece. Ni siquiera en los medios clásicos está vigente.
El emisor se convierte también en receptor y viceversa. De forma habitual la figura tanto del emisor como la del receptor se multiplica. Nuevos actores entran a formar parte del proceso comunicacional. Esta transformación conlleva que el mensaje se enriquezca con la aportación de estos nuevos partícipes.
Este proceso da lugar a la aparición de un nuevo concepto en la comunicación, el hipertexto. Ya no hay un único mensaje, oral o escrito, hay múltiples. Y cada participante en la comunicación podrá escoger cuáles le interesan. Todos pueden aportar y todos pueden beneficiarse de estas aportaciones, y además pueden elegir el camino para hacerlo.
Igualmente las nuevas tecnologías permiten que este conjunto de mensajes se enriquezcan, a la palabra, a la escritura, se añaden nuevos modos, la animación, los gráficos, la música, el sonido, el vídeo o la fotografía.
Permiten también que no estén todos en el mismo sitio. Utilizando vínculos, enlaces, los mensajes de cada participante, en ésta llamemos nueva comunicación global, pueden estar almacenados o situados en diferentes lugares, pero siempre y en todo momento están al alcance de quien quiera disponer de ellos, y al instante y desde cualquier lugar. El concepto de Mcluhan cobra un significado más real cada día.
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